El dúo Alanda conecta y contrasta caminos vitales del pasado y el presente al tiempo que cruza líneas de linaje con los recuerdos de movimiento de gran belleza cultural y tradición. Dondequiera que sea su origen, el baile evoca vida, antigua y nueva. Combinada en fuerza y fluidez, la pareja busca equilibrar la tensión y la ternura, el caos y la calma.

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Adama es una danza que emerge desde las profundidades. Es danza telúrica. De tierra y raíces enrevesadas. De naturaleza salvaje, de árboles separados en la superficie que confunden sus raíces bajo tierra, que se abrazan por debajo en una red que los conecta, los hace fuertes y seguros.